Para el panal de miel: 500 g de agua; 200 g de “mieldecaña”; 10 hojas de gelatina; 40 g de clara de huevo en polvo.
Para las láminas de chocolate: 200 g de chocolate santo domingo negro; c/s almendras crujientes.
Para el helado de violeta: 300 g de nata; 300 g de leche; 140 g de mermelada de violetas; 200 g de azúcar; 3 g de estabilizante de helado; 15 g de violetas frescas.
El panal de miel: llevar a ebullición la miel y el agua. Una vez separado del fuego, añadir la gelatina en hoja, disolver y dejar enfriar. Justo antes de cuajar por el frío, añadir las claras de huevo en polvo y dejar enfriar en nevera 4 horas. Cortar en dados y meter en la montadora a marcha rápida hasta conseguir montarlo como si fuera nata. Volcar en un recipiente forrado de film transparente y extender dentro de un recipiente cuadrado o rectangular. Tapar con film a piel y congelar durante 10 horas.
Láminas de chocolate: atemperar el chocolate a 36 ºC y estirar sobre una lámina de acetato con trozos de almendra. Dejar enfriar. El helado de violeta: Poner todos los ingredientes a hervir y dejar enfriar 24 horas en cámara junto con las flores. Pasadas las 24 horas, turbinar en Thermomix y congelar en un recipiente de Pacojet otras 24 horas para que se quede a -20 ºC. Turbinar tras la congelación para obtener el helado.
Emplatado: disponer un corte de panal entre dos láminas de chocolate, usando un poco de miel para adherirlo y que se mantenga de pie. Se acompaña de una bola de helado de violeta
Cocinero onubense, completó su formación en Arzak. 10 años con Rte. Acáthum (1 Estrella Michelin y 2 Soles Repsol). Ponente en congresos, jurado de premios y representante de la Comunidad Europea de Cocineros Eurotoques, entre otros cargos y reconocimientos.
1 Estrella verde Michelin. Cocina viva y sostenible, donde se disfruta de las pequeñas cosas: Oler las brasas, escuchar el crepitar de la leña, saborear ese matiz que aportan las llamas.