El enorme portón del ingenio de Frigiliana (Málaga) es una frontera de la historia. Puertas adentro, la maquinaria recuerda a la revolución industrial. Parte de ella es del año 1909. Pero el edificio es aún más antiguo: fue levantado en el siglo XVI y ha sido declarado Bien de Interés Cultural. Su viejo acceso es hoy en día un almacén, como la antigua capilla. Pero entre sus salas también hay equipos renovados del siglo XXI que han permitido actualizar la que es la única fábrica de miel de caña de Europa. Una rara avis en el sector agroalimentario que ha sabido sobrevivir a los tiempos y que crece al ritmo del boom de la alimentación saludable. En estas instalaciones se producen al año 500.000 kilos de concentrado del jugo de la caña de azúcar, denominación legal de la miel de caña.